Al pie del cerro Yanaurco, en la parroquia Juncal del cantón Cañar se encuentra Culebrillas, un sitio arqueológico y natural localizado al noroeste de la provincia del Cañar, tiene como centro una laguna y un río del mismo nombre.
La laguna tiene unas dimensiones de 350 metros de largo, 455 metros de ancho y 19,20 metros de profundidad en su parte central; y nace de la parte oriental de riachuelo Culebrillas, llamado así por su particular recorrido zigzagueante de aproximadamente 800 metros de longitud.
Además, en Culebrillas identificamos diferentes zonas arqueológicas: estructuras de piedra sumergidas dentro de la laguna, el sector de Labrashcarumi, los Paredones, el puente y las cimentaciones de Chacapamba y parte del Qhapagñán o Camino del Inca.
Las interpretaciones etnohistóricas, basadas en estos descubrimientos arqueológicos y relacionados con la belleza natural y la riqueza ecológica del entorno, han asignado a Culebrillas como lugar de carácter sagrado, que en épocas de la Confederación Cañari fue destinado al culto a sus dioses.
Según la tradición religiosa y la leyenda del origen de los cañaris, allí vive la leoquina, serpiente progenitora de la etnia, por lo que en determinadas épocas del año realizaban ceremonias y arrojaban simbólicas piezas de oro y plata.
Actualmente, la Laguna de Culebrillas y su recinto arquitectónico de Paredones forman parte de Parque Nacional Sangay, sitio declarado patrimonio natural de la humanidad en 1983.
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